El Camp Nou quiere despedir a Pep Guardiola como se merece: con una gran fiesta. Los seguidores azulgranas son conscientes, no obstante, de que en una noche no serán capaces de devolverle las muchas tardes de espectáculos y los 13 títulos que ha ganado y que podrían ser 14 si levanta la Copa del Rey.
ante un rival incómodo que no se juega ya nada excepto el orgullo y la autoestima perdidas en la segunda, y pésima, vuelta de campeonato.
Guardiola no es partidario de grandes fastos, no tenía la ambición de hacer historia y aunque la ha hecho, no es amigo de grandes celebraciones. Pero la grada y el equipo se lo deben. Al menos así lo sienten y por eso será homenajeado. El club ha preparado unos murales en el estadio para que los aficionados puedan dejar su mensaje y habrá una fiesta cuando acabe el partido. En el palco estarán su familia y sus amigos más cercanos. Habrá música y alguna sorpresa. El club ha invitado a Laporta y a Cruyff, que no han confirmado su asistencia.
El técnico prefiere, no obstante, que las celebraciones o agradecimientos sean espontáneos. "Que actúen de manera natural, lo que sientan. Agradezco al club los actos que hayan pensado hacer, pero la naturalidad en estas cosas es lo mejor, porque cuando quieres forzar algo no se siente", aseveró al respecto.
Fueste: S. Font
Marca.com
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